Los prebióticos, al contribuir a la preservación de la microbiota cutánea, desempeñan un papel crucial en la prevención del fotoenvejecimiento y en la reducción del riesgo de alteraciones dermatológicas, como dermatitis e infecciones. Al mantener un equilibrio saludable en la microbiota de la piel, estos prebióticos promueven una barrera cutánea más resistente y eficiente, brindando una defensa natural contra los factores externos perjudiciales.

El bakuchiol, en combinación con el ácido hialurónico, ofrece beneficios significativos para la piel al estimular la síntesis de colágeno. Esta acción favorece la mejora de la firmeza cutánea, a la vez que proporciona una hidratación profunda y aumenta la elasticidad de la piel. La producción de colágeno es esencial para mantener la estructura y la integridad de la piel, y estos ingredientes trabajan en conjunto para fortalecer y revitalizar la apariencia cutánea, contrarrestando los signos visibles del envejecimiento.

Además, las algas marinas desempeñan un papel esencial al actuar como un escudo protector para la piel. Su capacidad para enfrentarse a las luces artificiales y los rayos UV, así como para reducir el estrés inflamatorio, proporciona una defensa completa contra los agresores externos. Este escudo no solo protege la piel de los daños causados por la exposición ambiental, sino que también contribuye a mantener la salud general de la piel, promoviendo un cutis más radiante y resistente a las tensiones cotidianas.