1. Lava tu cabello como de costumbre, eliminando el exceso de humedad secándolo con una toalla.
  2. Aplicar la mascarilla en el cabello de medios a puntas. Coger mechón por mechón y moja bien la melena. Ayúdate de un peine de púas para peinarlo y que penetre bien. Te recomendamos que la dejes entre 5 y 20 minutos. En casos de sensibilidad, dermatitis u otras afecciones, aplicarla directamente en el cuero cabelludo, para maximizar su efectividad y proporcionar un cuidado óptimo.
  3. Pasado este tiempo, eliminar los restos de la mascarilla aclarando el cabello con abundante agua y templada.
  4. Si puedes, acabar con un toque de agua fría durante unos pocos segundos, ya que esto hará que se cierre la cutícula, estimulando los capilares y favoreciendo la microcirculación sanguínea del cuero cabelludo.

Recomendamos aplicar de 1 a 2 veces por semana. En cabellos más castigados se puede aumentar la frecuencia si se desea.